A
las 10,30 h. del sábado, 18 de octubre de 2014, comenzamos el Encuentro
Asociativo en el Centro de Actividades de la Institución Teresiana en León, con
asistencia de una treintena de personas procedentes de Ávila, Burgos, León,
Palencia, Salamanca y Valladolid.

Además
de evaluar los acuerdos de la III Asamblea de la Asociación, nos comunicamos
las líneas de formación y pudimos compartir la vida de las ciudades y grupos en
este último año, y analizar aquellos aspectos más destacables de la diversidad
de situaciones que afrontábamos en cada lugar y el acompañamiento a los
miembros en situaciones personales más difíciles. También abordamos la
situación económica de la Asociación y sus presupuestos, y realizamos
prospectiva en la que se destacaron algunos documentos sobre los que tendremos
que trabajar en el futuro inmediato: el
documento de Estructuras de Apoyo II, que podría realizarse por los grupos
trimestralmente, la recopilación de textos de Pedro Poveda y de la I.T. sobre
la Hermandad, los documentos más
emergentes en relación con este momento de la Iglesia, el documento sobre la
oración que la Federación ACIT España nos ha hecho llegar, y los documentos de
preparación de la próxima Asamblea Plenaria.
Recordamos
la próxima cita del 15 y 16 de noviembre de la Asamblea de la Federación ACIT
España a la que podrían acudir además de los miembros de la Junta Directiva
otros seis miembros de nuestra asociación.
También se recordó la invitación de la Asociación ACIT Madrid – La
Mancha para compartir su visita a Ávila el próximo 29 de noviembre.
Precisamente el próximo Encuentro Asociativo de 2015 se realizará en Ávila, en
el marco del V Aniversario de Santa Teresa.
Concluimos
destacamos los cuatro aspectos que el Papa Francisco nos señala: alegría,
oración, fraternidad y misión.
En
la comida pudimos recibir a Maite Uribe, que finalmente tras dos intentos
fallidos se encontraba entre nosotros. Con ella compartimos inquietudes y
vivencias, y abordó con nosotros lo que constituye la vocación ACIT en este
momento, como miembros de la Institución Teresiana con una modalidad específica
en su dimensión personal, de grupo, asociativa e institucional. La dimensión personal como llamada de Dios,
que nos lleva a vivir con plenitud y hacerlo asociadamente con el carisma de la
I.T. de cristianizar la cultura. Supone una vida espiritual intensa que se
mantiene, más allá de las limitaciones que la edad pueda suponer.
La
Misión es exteriorización del Espíritu, por lo que todo es Misión que se
desarrolla en cada uno. Maite recordó
sobre Santa Teresa las tres virtudes que anhelaba: el desasimiento, la humildad
y el amor fraterno, hasta que Cristo se forme en nosotros.
La
vocación es para entregarla, y lleva al grupo ACIT a ser una comunidad
cristiana, donde la asistencia es porque puedo enriquecer al otro. El
seguimiento de los miembros con dificultad, el fortalecer el compromiso mutuo y
los vínculos recíprocos que permitan revisar la vida, darnos razón y discernir.
La dimensión asociativa amplia supone dinamismo para responder a las
necesidades de la Asociación y de la Institución.
Maite
nos recordó que el próximo año celebraremos los veinticinco años de los nuevos
Estatutos de la I.T., y como Dios actua en la historia vinculándonos a El. Nos
comentó lo último sobre lo que se ha trabajado en torno al itinerario del
miembro ACIT, y sobre la creación de una Comisión de miembros ACIT que
asesorase al Consejo General, como respuesta a las inquietudes en torno a la
participación de los ACIT en la Institución Teresiana, que fue muy valorada por
todos.
La
eucaristía presidida por el P. Juan José Andrés Nicolás, puso fin al encuentro
y supuso un momento entrañable que recogía frutos de hermandad, con un
emocionado recuerdo a Julio Guijo, miembro de la Asociación que fue presidente
de Asociación hace años y que falleció recientemente.